Lacayo de tu raza e incesto de tu credo,ese eres ¡tú!
Vil ser humano e incipiente animal.
¿Te es tan mezquino el amar?
¿Qué pasa?, que no doblegas tu razonar.
Ideas titubean en tu interior,
que sin armonía bailan con estupor,
tan banales y trilladas a la vez
pero estúpidas sin querer.
¿Lloras?, te creo
¿Tiemblas? ,me alegro.
Es tu hedor el que me fomenta al amor
ironía, ¿no crees?.
Tal verdad está en mi piel.
Y aunque tu agobio sea mi salvación
somos hermanos sentenciados al desamor
que tus lazos se trepen al sin sabor
y recuerden quien es Dios,
pues ahora ya no hay redención.
Así que muere y he de esperarte aquí, en la resurección.
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