¡ NO TE VAYAS MAMÁ !

Siempre supe que mi vida no seria fácil mas aquello no supo detenerme en mi obsesión por triunfar. Mis días al culminar el colegio fueron agobiantes, como los de cualquier joven perturbado por la sociedad que en este caso tuvo nombre propio llamado: “Mamá”, mi señora progenitora nunca fue un ejemplo de disciplina, pero si de mandato ciego; es por ello que el gobierno regido en mi hogar era un autoritarismo cuya única interprete principal tendría el papel de jefe de familia.

Digna mujer de caricias tiernas y temblorosas palabras, fijaron sus objetivos en nutrirme de virtud y buena voluntad impartiendo en mí el ser mujer. Ella es la causante de tan espléndida labor pero sobre todo de tan quebrantado corazón.

Las semanas finales del año escolar prosiguieron a paso lento y en aquellas melodiosas enseñanzas escolares se fueron forjando mis ideales de educación. ¿ Qué carrera seguir?, ¿qué estudiar?, pero sobre todo ¿qué elegir para no ser un estorbo más en este país?, fueron las interrogantes que me atreví a incursionar siendo resueltas ya con totalidad.

Eran las 2:30pm faltaban solo cinco minutos para el timbrazo final…
Un coro de alumnado se hizo presente : ¡ Yehhhhh ! ¡ Al fin !

Se escucharon gritos de felicidad, sin embargo ¿eran reales tales aullidos de expresión?, después de la primera muestra de liberación las verdaderas expresiones salieron a relucir: llantos, quejas y lamentos. Nuestra promoción era titubeante en la elección de la profesión, pero fuerte en el significado del término amistad.

Yo elegí periodismo, todos me tenían fe y yo no dependía de ellos pues escribir siempre fue mi muestra de existir y el hablar mi mayor gozo para expresar mi razonar, mis padres no pensaron en mí obligándome a estudiar enfermería al final.

Mi relación familiar siempre fue pésima, pero en aquel entonces se logró convertir en insoportable, estudié enfermería hasta que mi sed de comunicadora pudo aguantar, terminando al final por renacer en mi exterior; dejando la carrera y la presión. No fue fácil contrarrestar las críticas y mucho menos aguantar las maldiciones verbales, es ahí donde supe que los retos me causan adrenalina y motivan mi proseguir.

Un paso firme se deslumbró, era mi madre quien firme a su pensar supo actuar como debía reaccionar, dejando el hogar pero no a sus crías que siempre supo amamantar. La decisión no tuvo votación y partió a su mundo ideal, sin voltear e incursionando con el volver a soñar. Los ojos se humedecieron y los llantos se esclarecieron pese a ello la separación no dio vuelta atrás y hoy nos vemos en un hogar partido por la falta de comunicación.

Los días transcurrieron y yo me supe encaminar, encontrándome en la actualidad por la incursión en mi mundo natal, pues elegí seguir Ciencias de la Comunicación y me observó con naturalidad, amo mi carrera y deseo con fuerte devoción el poder gritar : ¡ Mamá! Y que ella me escuche sin un celular, el poder buscarla y encontrarla sin subir a un transporte vehicular, ahora nada de eso queda y mi madre lejos ya está, pero como mencioné con anterioridad mi vida no fue fácil y no lo será es por ello que vivo y hoy la empiezo a disfrutar.